Signos de identidad del separatismo catalán.

Que se enuncie todo lo que sigue, no quiere decir que se esté de acuerdo con cualquiera de las siguientes cuestiones. Este artículo sólo tiene la finalidad analítica de ver lo que dicen los catalanistas.

El separatismo catalán también presenta un conjunto claro de signos de identidad que lo definen como movimiento político, cultural e ideológico. Estos signos están orientados a afirmar una nación catalana diferenciada de España, con legitimidad histórica, cultural y política para constituirse en un Estado independiente.


1. Identidad cultural y nacional diferenciada

  • Se define Cataluña como una nación histórica, con raíces propias desde la Edad Media (Condado de Barcelona, Corona de Aragón).
  • Se apela a su “continuidad histórica”, incluso idealizando su relación preborbónica con la monarquía hispánica como una unión pactada.
  • Reivindicación de la “Catalunya mil·lenària” frente a una España centralista y borbónica.

2. Lengua catalana como eje vertebrador

  • El catalán es el principal signo identitario: se promueve su uso en todos los ámbitos como forma de resistencia y afirmación cultural.
  • Desde los años 80, el sistema educativo se ha organizado por inmersión lingüística (modelo único en catalán), desplazando el castellano a lengua secundaria.
  • Se utiliza como símbolo de cohesión y como marcador cultural y político.

3. Instituciones propias y autogobierno

  • El Parlament de Catalunya y la Generalitat son vistos no solo como órganos autonómicos, sino como legítimos representantes del pueblo catalán.
  • La recuperación de la Generalitat (tras su supresión en 1939) se interpreta como restitución de una soberanía legítima, no como concesión del Estado.
  • Se reclama un sistema fiscal propio (modelo de «concierto económico») y el control total de justicia, puertos, infraestructuras, etc.

4. Narrativa histórica victimista

  • La historia reciente (siglos XVIII–XXI) se presenta como una serie de agravios:
    • Derrota de 1714 y Decreto de Nueva Planta.
    • Represión del catalanismo durante el franquismo.
    • Negación del derecho a decidir por parte del Estado español.
  • Se construye así una narrativa de opresión y resistencia, especialmente desde la Transición hasta el 1-O de 2017.

5. Símbolos y mitología independentista

  • Estelada (bandera independentista), himno “Els Segadors”, Día Nacional (11 de septiembre).
  • Personajes históricos reinterpretados como símbolos patrióticos: Rafael Casanova, Pau Claris, Companys.
  • Uso masivo de la simbología en el espacio público (edificios, calles, escuelas).

6. Red de medios y cultura institucional propia

  • TV3, Catalunya Ràdio, diarios como Ara o El Punt Avui presentan el relato independentista como dominante.
  • Red educativa con libros, currículum e historia enseñada desde la óptica nacional catalana.
  • Fomento de una cultura política diferenciada: celebraciones, entidades culturales, entidades civiles independentistas (Òmnium Cultural, ANC).

7. Movilización social masiva y discurso democrático

  • Se presenta como un movimiento pacífico y democrático, amparado en el “derecho a decidir”.
  • Diadas, cadenas humanas, referéndum del 1-O (2017), manifestaciones masivas desde 2010.
  • Se apela a la voluntad popular y a la autodeterminación como un derecho democrático superior al marco constitucional.

8. Discurso europeísta y moderno

  • A diferencia del separatismo vasco clásico (más étnico o marxista), el catalán actual se presenta como europeísta, progresista, y laico.
  • Se apela al modelo escandinavo, a Quebec o Escocia como referentes de secesión pacífica.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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