El Socialismo Fiscal como Camino hacia el Comunismo

Una denuncia desde la Tradición Católica


“La propiedad privada ha sido instituida por el mismo autor de la naturaleza; y el Estado que la combate se convierte en ladrón público.”


Vivimos en una España donde el Estado moderno, bajo ropajes democráticos y discursos de solidaridad, ha expropiado más del 50 % de los frutos del trabajo del español de a pie. Lo hace a través de impuestos visibles e invisibles: el IRPF, las cotizaciones sociales, el IVA, los impuestos especiales, el IBI, tasas, peajes, cánones, inspecciones, retenciones, contribuciones, y más. Y sin embargo, la maquinaria política y mediática nos dice que todavía no es suficiente, que hace falta “recaudar más para los servicios públicos”.

Este fenómeno no es casual ni neutro: es la materialización progresiva del socialismo fiscal, un camino hacia el comunismo en el que el Estado tiende a absorberlo todo, hasta suplantar a Dios, la familia y la propiedad.


1. Doctrina de la Iglesia contra el Socialismo y el Comunismo

Los Papas, en perfecta continuidad con la filosofía tomista y la patrística, han condenado el comunismo y el socialismo:

Pío IXQuanta Cura (1864)

León XIIIRerum Novarum (1891)

Pío XIQuadragesimo Anno (1931)

Pío XIDivini Redemptoris (1937)


2. 🧠 ¿Qué dice Santo Tomás?

La propiedad privada es parte del orden natural

Santo Tomás enseña que la propiedad privada no solo es lícita, sino necesaria para la paz y la organización social:

“Es lícito que el hombre posea bienes en propiedad. Es además necesario para la vida humana.”
(S.Th., II-II, q.66, a.2)

Negar la propiedad, o absorberla toda en el Estado, es negar la ley natural.


El Estado debe gobernar con justicia, no con codicia

Para Santo Tomás, el gobernante tiene el deber de promover el bien común, no de destruir la libertad bajo el pretexto de la redistribución:

“El buen gobierno es el que se ordena al bien común; el tiránico, al interés propio del que manda.”
(De Regno, I, 1)

¿Qué otra cosa es un sistema fiscal que arrastra más del 50 % del fruto del trabajo, sino una tiranía moderna legalizada?


3. De la redistribución a la confiscación

El socialismo moderno, aunque renuncie a la lucha de clases marxista explícita, sigue su misma lógica perversa:

  1. Identifica la riqueza privada como origen del mal.
  2. Aumenta gradualmente la fiscalidad hasta que el Estado se convierte en propietario real.
  3. Declara la dependencia del Estado como derecho humano.
  4. Vacía la responsabilidad individual, familiar y comunitaria.
  5. Elimina la caridad cristiana y la sustituye por subsidios estatales.

Así, el socialismo actúa como preparatorio psicológico y económico del comunismo. El fin ya no es que el Estado proteja, sino que lo controle todo: educación, moral, salud, religión, familia, empresa, cultura. Y para ello, necesita robar cada vez más al pueblo en nombre del bien común.


4. España: del 0 % al 50 %… ¿hasta el 100 %?

A lo largo del último siglo, el peso fiscal ha crecido exponencialmente. El español medio:

  • En 1950 entregaba ~10 % de su renta en impuestos.
  • En 1980, ~25 %.
  • En 2023, más del 50 %, si sumamos todos los niveles (ver [OCDE, Eurostat]).

Y aún se escuchan voces que piden más:

“Impuesto a las herencias”,
“más progresividad”,
“tasas verdes”,
“subidas al autónomo”,
“rentas altas desde 30.000 €”…

📉 ¿Cuál es el límite? ¿El 100 %?


5. El tradicionalismo: un grito contra el Estado devorador

El tradicionalismo español ha denunciado desde hace siglos esta deriva:

“Ni liberalismo, ni socialismo. Dios, Patria, fueros y Rey.”
“La propiedad es inviolable.”
“El poder no da derechos; los recibe de Dios para proteger el orden natural.”

El modelo tradicional español no se basa en el parasitismo fiscal del Estado, sino en:

  • La autonomía foral de los pueblos.
  • La autoridad de la familia y la Iglesia.
  • La caridad cristiana, no únicamente el Estado, con el Estado, por el Estado y para el Estado.
  • La justicia social orgánica, no burocrática.

Conclusión: ¿Qué hacer?

El católico fiel a la Tradición no puede aceptar este sistema sin combatirlo:

  • No se puede llamar justo a un sistema que absorbe el 50 % de lo que produce el pueblo.
  • No se puede justificar moralmente una política fiscal que entorpece el trabajo, desalienta la virtud y destruye la propiedad.
  • No se puede sustituir la caridad cristiana por la planificación estatal.

El socialismo fiscal es un error político, una injusticia social y una mofa económica. Su destino es el comunismo. Su raíz es el pecado. Su cura es la restauración del orden católico, foral y virtuoso.


“Lo que se ha de restablecer no es una forma cualquiera de sociedad humana, sino aquella que Dios quiso, y que la Iglesia ha enseñado.”

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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