- La defensa del catolicismo es el pilar fundamental de la identidad española según Aparisi y Guijarro.
- El parlamentarismo debe servir para proteger los valores morales y religiosos de la nación.
- La soberanía nacional está subordinada a la ley divina y moral.
- La tradición histórica es la base para comprender y preservar la unidad nacional.
- La Constitución debe reflejar los principios cristianos para ser legítima.
- La educación pública debe estar alineada con la doctrina católica para formar ciudadanos virtuosos.
- El liberalismo conduce a la decadencia moral y social.
- La libertad sin límites es peligrosa y debe ser regulada por el orden natural y divino.
- La monarquía es el régimen político que mejor garantiza la estabilidad y el orden.
- El parlamentarismo debe respetar las raíces católicas y tradicionales del país.
- La defensa de la propiedad privada es un derecho natural protegido por la ley.
- La patria es un concepto sagrado que debe preservarse por encima de intereses partidistas.
- Los discursos de Aparisi enfatizan la necesidad de la caridad social en el marco cristiano.
- La unidad de España debe mantenerse frente a los separatismos y regionalismos.
- La participación política debe ser una responsabilidad moral, no un mero ejercicio de poder.
- El parlamentarismo debe actuar como mediador entre las fuerzas sociales, no como agente de ruptura.
- La defensa de la familia tradicional es esencial para la estabilidad social.
- La autoridad legítima proviene de Dios y debe ser respetada para evitar el caos.
- La justicia social debe orientarse hacia la caridad cristiana y la equidad.
- El anticlericalismo es una amenaza para la cohesión y moralidad nacional.
- La historia enseña que el desprecio a las tradiciones conduce al fracaso político.
- La intervención del Estado en la vida social debe respetar los derechos naturales y divinos.
- La moral pública debe ser protegida frente a las influencias liberales y modernas.
- La crítica a la corrupción parlamentaria debe ir acompañada de un llamado a la virtud política.
- La soberanía popular no es absoluta, sino condicionada por las leyes divinas y naturales.
- El respeto a la Iglesia es fundamental para la legitimidad política y social.
- La oratoria parlamentaria de Aparisi y Guijarro es un llamado constante a la reconciliación entre fe, tradición y política.
Si se encuentran erratas en el anterior artículo haganoslo saber. No era nuestra intención e intentaremos corregirlo. Gracias.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán