Algunas medidas de apoyo a la empresa que se podrían hacer desde el gobierno.

0. Consideraciones previas.

Cuando el Estado habla de ayudar financieramente hay que tener cuidado. Suele ir acompañado de criterios ideológicos.
Las cuotas que se pagan de autónomos o seguridad social son excesivas.
Actualmente no se fomenta una cultura del emprendimiento, sino del funcionariado.
Lo que dice la doctrina social de la iglesia es que hay que fomentar no la dependencia del Estado, sino que la gente pueda desarrollarse subsidiariamente y si no necesitan ayuda no meterse el Estado hasta en la sopa.
Es peligroso relacionarse con la administración debido a su caracter ambiguo y liberal, ya que en determinadas iniciativas la financiación puede estar sujeta a supuestos inmorales o condiciones inmorales.
Las intervenciones artificiales del Estado, a veces destruyen sectores que funcionan bien. Por ejemplo con el desarrollo de un sector «oficial» muchas veces lo que se hace es hacer desaparecer las iniciativas privadas en dichos sectores, ya que estas no pueden competir con la cantidad de recursos de que dispone el Estado para funcionar no rentablemente. Hay que procurar un funcionamiento subsidiario.
El planteamiento de los impuestos actuales, más que partir de la base: cuanto necesito. Parte de la base cuanto le puedo extorsionar a cada individuo para eliminar la iniciativa privada.
Aun así y a pesar de todo esto, siguen existiendo empresas, que se niegan a sucumbir al yugo de la esclavitud ideológica estatal y de su supuesta ambiguedad.

Un portal único integral, con interoperabilidad total entre Hacienda, Seguridad Social, registros mercantiles, etc., que permita constituir una empresa en 48h, sin necesidad de múltiples gestiones separadas.
Revisión de licencias y procedimientos sectoriales para simplificar requisitos al máximo.

Incentivos fiscales para la re-inversión de beneficios en crecimiento, innovación o internacionalización.
Bonificaciones de cotizaciones sociales en contratación de empleados.
Rebaja real y sostenida del Impuesto de Sociedades para nuevas empresas.

Programas específicos para fomentar la creación de empresas en la España vaciada, con exenciones fiscales.

Facilitar el desarrollo de fondos privados de coinversión con capital riesgo en todas las provincias.
Impulsar incentivos a inversores privados que inviertan en emprendimientos españoles (modelo EIS británico o francés).

Integrar contenidos de emprendimiento y gestión empresarial desde etapas tempranas del sistema educativo.
Fomentar programas de segunda oportunidad para emprendedores que hayan fracasado.
Desde los periódicos sobre todo socialistas, se transmite un odio sutil a lo que ellos llaman: «el negocio».

Elevado coste de Seguridad Social: Los costes sociales son altos en comparación con otros países europeos, lo que encarece la contratación.
Cotización de autónomos por ingresos reales (en vigor desde 2023).
Impuesto de Sociedades poco competitivo: A pesar de la rebaja para startups, el tipo general (25%) sigue siendo más alto que en otros hubs europeos.

Exceso de trámites administrativos: Aunque existen ventanillas únicas, muchos procesos siguen siendo lentos y redundantes. Alta carga para autónomos, micropymes y emprendedores que inician actividad.
Cambios normativos frecuentes e imprevisibles: Muchos emprendedores denuncian inseguridad jurídica (por ejemplo, con la fiscalidad de autónomos, tipos del IVA, o la ley de cotizaciones).

Aunque se han mejorado los mecanismos, todavía hay dificultades para acceder a capital riesgo o inversión en fases tempranas, sobre todo fuera de Madrid y Barcelona.

Ley de Startups (Ley 28/2022): En vigor desde enero de 2023. Introduce ventajas fiscales, reducción del Impuesto de Sociedades para startups (del 25% al 15% durante los primeros 4 años con beneficios), y facilita la atracción de talento internacional con el visado para “nómadas digitales”.
Estrategia España Emprendedora: Impulsada por la Oficina del Alto Comisionado, tiene como objetivo convertir a España en un hub de innovación para 2030. Incluye medidas de financiación, captación de talento, simplificación administrativa.

ENISA (Empresa Nacional de Innovación): Ofrece préstamos participativos a startups y pymes innovadoras. Financia desde fases tempranas (hasta 300.000 €) hasta escalado (más de 1 M €).
ICEX Next y programas del ICEX: Apoyan la internacionalización de startups y empresas consolidadas, con ayudas directas y asesoramiento.
Subvenciones del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación): Para proyectos de I+D y digitalización en pymes.
Kit Digital: Ayudas directas para digitalización de pymes y autónomos (con bonos de hasta 12.000 € según el tamaño de la empresa).

Red de Puntos de Atención al Emprendedor (PAE): Permiten crear empresas online de forma más rápida y ofrecen asesoramiento.
INCYDE, Cámaras de Comercio, y EOI: Programas de formación, mentoring y acompañamiento a emprendedores en sectores específicos.
Aceleradoras públicas y mixtas: Como La Nave (Madrid), Barcelona Activa, Valencia Activa, o Andalucía Open Future.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán