**1. El pecador persistente
Quién es:
Alguien que conoce la ley moral o doctrinal, sabe que está haciendo mal, pero elige seguir haciéndolo.
Características:
- Conciencia clara del pecado.
- Voluntad débil o rebelde.
- A menudo lucha internamente, pero termina cediendo.
- Puede no buscar dañar a la Iglesia directamente, pero puede escandalizar.
En la comunidad:
- Puede generar mal ejemplo, pero también puede volverse un testimonio si se arrepiente.
Ejemplo clásico:
El adúltero que sigue cayendo pero quiere cambiar, aunque no lo logra aún.
**2. El ignorante
Quién es:
Alguien que no conoce la verdad completa, o su conciencia está mal formada. Puede pecar, pero no con plena culpa.
Características:
- No hay malicia ni intención de dañar.
- Su falta es por desinformación o confusión, no por rebeldía.
Ejemplo clásico:
Alguien que piensa que vivir en pareja sin casarse “no es tan malo” porque nunca le explicaron bien.
3. El infiltrado
Quién es:
Alguien que conscientemente se hace pasar por fiel, pero actúa con una agenda oculta. Aquí hay manipulación deliberada.
Características:
- Puede ser inteligente, carismático, convincente.
- Puede tener intención activa de influir o destruir desde dentro.
- Es el más peligroso, porque siembra discordia pudiendo estar disfrazado de oveja.
En la comunidad:
- Puede crear divisiones, dudas, escándalos profundos si no se detecta.
- A menudo puede ser más astuto que los demás.
Ejemplo clásico:
Un agente de una organización externa que entra en una comunidad religiosa para destruirla desde adentro y evitar que se extienda la misma generando enemistades en el grupo, o bien haciendo que las iniciativas de extender la organización no prosperen, o bien lanzando mensajes confusos al exterior para que los que están fuera no se animen a involucrarse o transmitiendo al mundo que el grupo está formado por pringados para que nadie se una, o desmoralizando a la gente del propio grupo haciéndoles creer que son pocos, etc. Hay muchas técnicas.
Comparativa:
El infiltrado lucha contra todos, desde dentro.
El pecador persistente lucha contra la organización, sabiendo conscientemente que lo que hace está mal y aun así no clama a Dios por solucionar su situación, se resiste.
El ignorante lucha contra la sociedad de Cristo sin saber que lo hace.