1. Identificación clara de la tiranía
- El monarca debe estar manifiestamente gobernando contra el bien común, actuando injustamente o violando gravemente la ley natural y divina.
- La tiranía no es un simple desacuerdo político, sino un abuso del poder que causa daño a la comunidad y a la justicia.
2. Evaluación prudente y colegiada
- No es tarea de un solo individuo ni de una multitud sin organización.
- Debe ser un grupo legítimo y autorizado, como las cortes, los nobles o los magistrados supremos de la comunidad, quienes valoran la situación y certifican la tiranía.
- La evaluación tendría que ser seria, prudente, y basada en razones objetivas.
3. Exclusión de la arbitrariedad
- La destitución no puede ser resultado de pasiones, venganza, ni intereses particulares o egoístas.
- El fin debe ser el restablecimiento del orden justo y el bien común.
4. Proceso ordenado y legal
- La destitución debe seguir un proceso formal, con notificación al monarca y con oportunidad de enmendar su conducta, si es posible.
- Se debe evitar la violencia innecesaria o el derramamiento de sangre, aunque en casos extremos puede ser inevitable.
5. Restablecimiento de la autoridad legítima
- La deposición implica nombrar un nuevo gobernante legítimo o establecer una autoridad que garantice el orden y el bien común.
- Se debe evitar el vacío de poder o la anarquía, que serían peores males para la sociedad.
6. Responsabilidad ante Dios y la comunidad
- Quienes participan en la deposición deben actuar con conciencia moral, sabiendo que están sometidos a la ley divina y natural.
- La autoridad temporal es un ministerio para el bien común, no un derecho absoluto.
Referencias en Santo Tomás
- Suma Teológica, II-II, q. 42, a. 7: Sobre el derecho a deponer tiranos.
- De Regimine Principum (De gobierno de los príncipes), atribuido a Santo Tomás, donde explica el gobierno justo y la tiranía.
- Comentarios a Aristóteles, especialmente Política, donde discute la justicia y el orden político.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán
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