19. Retos para la promoción y protección de la familia tradicional desde la alcaldía - Análisis y soluciones posibles para un alcalde católico practicante

19.1 Presión social y cultural contra la familia tradicional

Influencia de corrientes ideológicas que promueven modelos familiares distintos al tradicional (monoparentales, homoparentales, etc.).
Mensajes mediáticos y educativos que pueden debilitar el concepto clásico de familia.

Promover campañas de sensibilización sobre el valor y la importancia de la familia tradicional basada en el matrimonio hombre-mujer.
Fomentar programas municipales que apoyen la conciliación familiar, el cuidado de los niños y la estabilidad matrimonial.
Colaborar con entidades católicas y asociaciones familiares para organizar actividades educativas y sociales.
Defender en el pleno y foros públicos la centralidad de la familia natural en la sociedad.

Normativas que prohíben o limitan ciertas campañas o ayudas dirigidas exclusivamente a familias tradicionales.
Posibles denuncias por discriminación hacia otros tipos de familias.

Escasez de presupuesto y personal para programas sociales y de apoyo familiar.
Competencia con otras áreas que también demandan recursos.

Priorizar la familia en el presupuesto municipal como base del bien común.
Buscar colaboraciones con entidades religiosas y voluntarios para complementar la acción municipal.
Promover políticas de participación ciudadana para fomentar redes de apoyo familiar.

Cursos prematrimoniales municipales (voluntarios)
Convenios con parroquias o psicólogos de orientación cristiana.
Promoción de la estabilidad matrimonial desde el punto de vista del bien común.
Bonificaciones fiscales locales por matrimonio estable con hijos
Dentro del IBI, tasas o actividades municipales (si se estructura como ayuda familiar).
Actos públicos que celebren el matrimonio y la fidelidad
Jornadas de la familia, premios simbólicos a matrimonios longevos.
Programas de formación afectiva y sexual en clave de virtudes
Bajo títulos como «educación emocional», pero inspirados en la castidad, respeto y vocación.
Charlas sobre reconciliación matrimonial
Dentro del ámbito de bienestar social o servicios a la familia.
Proteger espacios católicos donde se enseñe la verdad sobre el matrimonio
Ayudas a casas de familia, centros de orientación, etc.
Apoyar la objeción de conciencia de funcionarios en actos civiles contrarios a la fe, si estos no se han podido prohibir.

Penalizar públicamente el adulterio (al menos con desaprobación social formal).
Prohibir actos públicos que celebren el divorcio o el matrimonio antinatural.
Inhabilitar como testigos o responsables públicos a quienes rompen con el orden natural.
Hacer catequesis obligatoria sobre matrimonio indisoluble en escuelas públicas.
Excluir el divorcio como posibilidad jurídica local (si tuviera competencia).
Vetar simbólicamente en bandos civiles el adulterio o la convivencia extramarital.

Medidas están inspiradas en Casti Connubii, Quas Primas, Syllabus, y en la ley natural según Santo Tomás (STh II-II, q.154 ss).

Reformular discursos con lenguaje no confesional:
En lugar de «pecado», hablar de «ruptura del tejido social».
En vez de «adulterio», hablar de «traición afectiva y daño comunitario».
Subvencionar discretamente a grupos pro-vida y pro-familia tradicional
Siempre por «razones de utilidad social» o «formación en valores positivos».
No promover ni financiar celebraciones civiles alternativas al matrimonio
No incluirlas en agendas oficiales. Reducción de recursos sin prohibición formal.
Fomentar la cultura del perdón y la reconciliación en medios y cultura local
Programas públicos que elogien el esfuerzo por mantener la unidad familiar.
Incentivar escuelas de padres y talleres de comunicación matrimonial, basados en virtudes como paciencia, fidelidad, entrega.
Condecoraciones o actos honoríficos a matrimonios fieles y duraderos
Acciones simbólicas para elevar el modelo católico sin decirlo.
Invitar a sacerdotes o expertos en moral con lenguaje neutro a formar en ética familiar, disfrazado de seminario sobre «conflicto de pareja», «vocación conyugal».

Celebración mediática del divorcio como «liberación».
Igualación legal entre uniones contrarias a la ley natural y el matrimonio sacramental.
Aprobación social del adulterio (series, libros, etc.)
Rechazo del perdón, del sacrificio y de la indisolubilidad como principios del amor.
Promoción de la autonómica afectiva absoluta, sin referencia a Dios ni a la prole.

Denuncias ante el Tribunal Constitucional si violas el principio de aconfesionalidad (CE art. 16).
Sanciones por discriminación ideológica (CE art. 14).
Inhabilitación si se considera que infravaloras el principio de igualdad o los derechos civiles.
Reprobación política, mociones de censura o rechazo mediático.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán