En los días sucesivos, la situación se torna cada vez más compleja y fragmentada. Algunos miembros de la comunidad musulmana aparecen en medios de comunicación declarando que no desean la presencia de Dani Esteve, argumentando que su llegada solo intensifica el conflicto. A la vez, otros voceros aseguran públicamente, también en la prensa, que su grupo es pacífico y que las tensiones vienen provocadas por personas ajenas al pueblo. Sin embargo, tras estas declaraciones oficiales, un sector diferente se oculta en parques y zonas apartadas, donde esconden armas y se organizan para posibles enfrentamientos futuros, evidenciando una dualidad entre la imagen pública y las preparaciones clandestinas.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán