Interpretación tomista de los Libros de los Macabeos — Enfocados en la resistencia contra la opresión pagana, defensa de la Ley y la legítima autoridad.

(1 Macabeos y 2 Macabeos)
— Enfocados en la resistencia contra la opresión pagana, defensa de la Ley y la legítima autoridad.


Contexto general tomista

  • La ley natural y la ley divina son el fundamento para cualquier gobierno legítimo (ST II-II, q. 57).
  • Cuando un gobernante se vuelve tirano o impone leyes contrarias a la ley divina (idolatría, injusticia), pierde legitimidad.
  • El pueblo tiene derecho y obligación moral de resistir la tiranía cuando se amenaza la fe y la justicia (ST II-II, q. 42, art. 2).
  • La virtud de la fortaleza es clave para la defensa legítima del bien común.

PRIMER LIBRO DE LOS MACABEOS

  • Narra la rebelión de los hermanos Macabeos contra el rey seléucida Antíoco IV, que impuso la idolatría y prohibió la ley de Dios.
  • Legitimidad de la resistencia: la resistencia de los Macabeos es un ejemplo clásico de defensa legítima contra la tiranía religiosa y política, cuando el poder se usa para corromper la fe y esclavizar al pueblo (ST II-II, q. 42, a. 2).
  • El buen gobierno: Se ve en el apego a la Ley de Dios y en la búsqueda del bien común sobre intereses personales o políticos.
  • Pecado y castigo: La opresión pagana es vista como un castigo divino por el pecado, pero también una prueba para purificar al pueblo.
  • Providencia: Dios actúa con poder y justicia para proteger a su pueblo fiel, premiando la fidelidad y castigando la apostasía y la corrupción.
  • Ejemplo de liderazgo virtuoso: Judas Macabeo representa la figura del líder justo, valiente y fiel a Dios, que pone el bien común y la ley divina por encima de sí mismo.
  • Relevancia política: La historia es una justificación de la legitimidad del poder temporal siempre subordinado a la ley divina, y del derecho del pueblo a la rebelión justa.

SEGUNDO LIBRO DE LOS MACABEOS

  • Complementa la historia con episodios de martirio, milagros y la intercesión divina.
  • Martirio y fidelidad: La defensa de la fe frente a la imposición de la idolatría es un acto supremo de fidelidad a Dios.
  • Sacrificio por la justicia: El testimonio de los mártires fortalece la legitimidad de la causa contra la tiranía.
  • La justicia divina: Se manifiesta en el castigo de los impíos y en la recompensa para los fieles, en línea con la visión tomista del justo castigo y la gracia.
  • El papel de la oración y la penitencia: Como medios para restaurar la justicia y obtener la protección divina (ST II-II, q. 83).
  • Valor moral de la ley: La sumisión a la ley divina es más importante que la sumisión a cualquier ley humana injusta.
  • Legitimidad del poder: Refuerza que el poder legítimo está en función del servicio a Dios y al bien común, no en la opresión ni en la corrupción.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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