Si estás muy muy cansado, tanto que ni siquiera puedes leer, santo Tomás también tiene algo que decirte.
Él entiende que el ser humano es cuerpo y alma, y que la gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona. Por eso, el descanso corporal necesario no solo es lícito, sino que puede ser virtuoso, si se ordena al bien y no al vicio (como la pereza o la evasión).
Según santo Tomás, si estás exhausto…
🛌 Descansar bien es justo y prudente
“El descanso corporal es necesario para la vida humana. Por eso, el hombre debe cuidar de su cuerpo en cuanto lo exija la necesidad.” — Suma Teológica, II-II, q. 182, a.6
Dormir más de lo habitual el domingo, si es para recuperarte, no es solo permisible, sino sensato y prudente. La virtud de la prudencia guía a elegir lo que más conviene para servir mejor a Dios en adelante.
Entonces, ¿qué hacer si no das más?
Aquí algunas formas “tomistas” de pasar un domingo cuando estás completamente agotado:
1. Ofrece tu cansancio a Dios
Aunque no reces mucho, puedes simplemente decir:
“Señor, estoy cansado. Te ofrezco este descanso como un acto de amor y confianza.”
Este acto de intención recta convierte tu descanso en acto de virtud (religión, humildad, esperanza).
2. Descansa con serenidad, no con culpa
Si tu cansancio es legítimo, no hay culpa en no hacer “cosas espirituales”. Como decía santo Tomás, Dios no exige lo imposible, y la caridad no anula el sentido común.
3. Haz algo simple y reparador
- Dormir más sin remordimiento
- Escuchar música suave o sacra acostado
- Mirar el cielo o la naturaleza desde una ventana
- Hacer una breve oración mental en silencio: “Señor, aquí estoy.”
Aunque no puedas leer, estar en paz y en silencio puede ser una forma de contemplación muy profunda.
4. Evita lo que agite más el alma
Cuando uno está muy cansado, es tentador recurrir a distracciones que en realidad agotan más: redes sociales, series frenéticas, ruido constante. Eso no es descanso real. Un tomista busca lo que sana y ordena, no lo que aturde.
En resumen:
“El hombre no puede vivir sin algún descanso del alma y del cuerpo. Por eso, el descanso moderado es virtud.” — (paráfrasis del Comentario a Aristóteles, Ética a Nicómaco)
Si estás muy cansado, descansa bien, con paz y sin culpa. Hazlo como un hijo que se duerme en brazos de su Padre. Eso también es tomismo.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán
