Desde la perspectiva de la doctrina tomista (la filosofía y teología de santo Tomás de Aquino), el descanso dominical no es simplemente un tiempo libre o de ocio vacío, sino un momento ordenado al bien, especialmente al bien del alma. El domingo, como día del Señor, está orientado principalmente a la adoración divina, la contemplación y el crecimiento espiritual.
Aquí tienes algunas formas concretas de pasar el domingo descansando según la doctrina tomista:
1. Participación en la Santa Misa
Es el acto más importante del domingo. Tomás enseña que el culto a Dios es un deber de justicia (virtud de religión, parte de la justicia), y la Misa es la expresión máxima de este culto.
“El hombre está obligado a rendir culto a Dios en razón de su dependencia de Él como causa primera.” — Suma Teológica, II-II, q.81
2. Contemplación y Lectura Espiritual
El descanso no es solo físico, sino espiritual. La contemplación de la verdad divina es el más alto acto del alma humana.
- Leer la Sagrada Escritura
- Meditar sobre el Evangelio del día
- Leer obras de los santos o de teología
“La contemplación de la verdad es el mayor deleite del alma humana.” — Suma contra Gentiles, III, cap. 25
3. Oración Personal y Familiar
Además de la Misa, la oración personal (como el rezo del Rosario, la Liturgia de las Horas, etc.) ayuda a elevar el alma a Dios.
4. Santo Ocio (Otium Sanctum)
Para Tomás, el ocio bien entendido (no el aburrimiento o la pereza) es necesario para la virtud.
- Paseos tranquilos en la naturaleza
- Conversaciones edificantes
- Escuchar música sacra o reflexiva
“El descanso del alma consiste en la contemplación de la verdad.” — Suma Teológica, II-II, q.182, a.1
5. Obras de Misericordia
Aunque el domingo es para el descanso, no excluye ayudar al prójimo si es necesario. Ayudar a otros por caridad es una forma elevada de descansar en Dios.
- Visitar a un enfermo
- Acompañar a un familiar o amigo que esté solo
6. Evitar trabajos serviles innecesarios
El trabajo manual u ocupacional que impida el culto o la contemplación debe evitarse, salvo necesidad grave. Tomás distingue entre trabajo servil (de tipo físico) y el trabajo noble del espíritu.
7. Cuidado del cuerpo con moderación
El descanso corporal está al servicio del alma. Dormir bien, alimentarse adecuadamente, y cuidar la salud también pueden ser actos ordenados al bien si se hacen con virtud (templanza y prudencia).
En resumen:
El domingo tomista es una jornada de orden, virtud y elevación espiritual, no de evasión ni simple relajación. El descanso es un medio, no un fin: descansar en Dios es el verdadero fin.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán