Las leyes de la mentira: el marco legal que permite a los medios profanar la verdad, promover el pecado y silenciar la Fe


Introducción: ¿Quién protege al mal en España?

En una España antaño católica y defensora de la verdad revelada, los medios de comunicación hoy sirven —con honrosas excepciones— a la mentira organizada, a la ingeniería social y a la destrucción del alma de España. No sólo lo hacen con impunidad, sino bajo el amparo expreso de las leyes vigentes, diseñadas por el régimen liberal de 1978.

Este artículo denuncia con precisión las leyes actuales que permiten a los medios:

  • Omitir y despreciar el catolicismo.
  • Promover el adulterio, el divorcio y el aborto.
  • Impulsar la ideología LGTBI.
  • Silenciar los crímenes vinculados a la inmigración musulmana.
  • Justificar la exacción impositiva al pueblo mientras se oculta el derroche político.

Todo esto no es un accidente ni una negligencia, sino el fruto sistemático de una legislación anticristiana.


1. Constitución Española de 1978: la raíz del error legal

La piedra angular del sistema actual es la Constitución, hija del consenso liberal. Esta norma consagra principios contrarios al orden natural y a la ley divina.

Artículos clave:

  • Artículo 16.3: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal.”
    ➤ Esta fórmula destruye el Reinado Social de Cristo. Desde aquí, se justifica ignorar el catolicismo en los medios públicos, como RTVE, y se da igual trato a la Verdad y al error.
  • Artículo 20.1: “Se reconocen y protegen los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones…”
    ➤ Este “derecho absoluto” convierte el error en derecho. Es la legitimación del libertinaje de prensa, sin deber hacia el bien común, ni hacia Dios, ni hacia la moral objetiva.
  • Artículo 27.2 (educación): “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana…”
    ➤ ¿Y qué es el “pleno desarrollo”? ¿Quién lo define? Este relativismo ha sido la puerta para la reingeniería ideológica desde la infancia, también en los medios infantiles y educativos.

2. Ley General de la Comunicación Audiovisual (Ley 13/2022)

Esta ley regula directamente los medios audiovisuales, incluyendo televisión y radio. ¿Qué protege?

  • Artículo 4: Se garantiza “la libertad de comunicación audiovisual”.
    ➤ Sin mención a la verdad ni a la moral objetiva. Esto permite emitir contenidos ofensivos a la fe católica (blasfemia, irreverencia, burla), como ocurre con frecuencia en RTVE, La Sexta o plataformas como Atresmedia.
  • Artículo 13:
    Promoción de la diversidad y la igualdad.
    ➤ Aquí se exige la promoción activa de colectivos LGTBI, ideología de género e identidades sexuales múltiples, bajo el paraguas de la “pluralidad”. Cualquier medio que se niegue a esto puede ser sancionado.
  • Artículo 66:
    Control del pluralismo político en RTVE.
    ➤ Se regula el “pluralismo político”. Eso permite que se den horas de pantalla a partidos anticristianos, y no se garantice ni un solo minuto a la Tradición católica o al pensamiento tomista.

3. Ley de Igualdad de Trato (Ley 15/2022)

Esta ley impone una interpretación agresiva del principio de “no discriminación”. ¿Cómo afecta a los medios?

  • Prohíbe toda comunicación que pueda interpretarse como “discriminatoria” hacia mujeres, personas LGTBI, inmigrantes, etc.
  • Criminaliza moralmente cualquier crítica al estilo de vida pecaminoso o desordenado.

⚠️ Es decir: denunciar el adulterio, el aborto, la sodomía o la inmigración masiva puede ser objeto de sanción o censura, aun desde una base moral objetiva.

Esta ley no protege al católico ni a la moral cristiana, sino a las ideologías modernas contra la verdad eterna.


4. Ley de Memoria Democrática (Ley 20/2022)

Aunque parezca ajena, esta ley influye directamente en los medios públicos y privados:

  • Promueve una visión única de la historia reciente (antifranquista, laicista, “progresista”).
  • Obliga a los medios a emitir contenidos “educativos” conforme a esa interpretación.
  • Silencia y criminaliza cualquier evocación del catolicismo social, el Reinado de Cristo o la España confesional.

Esto ha supuesto, por ejemplo, la desaparición de cualquier contenido que analice la Tradición política española en RTVE o en documentales subvencionados.


5. Ley de Educación (LOMLOE, “Ley Celaá”)

Los medios educativos y juveniles también son parte del ecosistema de comunicación. Esta ley:

  • Elimina la asignatura de Religión católica como obligatoria.
  • Promueve la “educación afectivo-sexual inclusiva” desde edades tempranas.
  • Impulsa colaboraciones con medios que refuercen estos contenidos.

Esto pretende legitimar la presencia de temas LGTBI y relativistas en programas infantiles-juveniles y plataformas educativas audiovisuales.


6. ¿Y la ocultación de la inmigración islámica y su violencia?

  • La Ley de Protección de Datos, combinada con la Ley de Igualdad, prohíbe mencionar el origen étnico o religioso en noticias si “puede estigmatizar” al colectivo.
  • Esto se traduce en titulares como “Detenido un hombre por violación en grupo”, sin mención a la nacionalidad o creencias, aunque luego se sepa que fueron marroquíes o argelinos reincidentes.

Este silencio no es accidental, sino ordenado jurídicamente en nombre del “respeto a la diversidad”.


Conclusión: la legalidad moderna es enemiga de la verdad

Estas leyes no son meramente defectuosas; son intrínsecamente injustas.

Santo Tomás enseña en la Suma Teológica (I-II, q. 95, a. 2) que una ley injusta no obliga en conciencia, y que sólo las leyes que se ordenan al bien común conforme a la ley eterna son verdaderas leyes.

Las leyes actuales en España:

  • No protegen el bien común verdadero.
  • Niegan la verdad revelada y natural.
  • Amparan el error, el vicio y la ingeniería social.

Por tanto, el deber del católico no es adaptarse ni “usar la ley a su favor”, sino trabajar por la abolición de estas leyes y por la restauración de la legislación conforme al orden cristiano.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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