Doctrina Católica Tradicional sobre Subvenciones, Socialismo y Comunismo

A la luz de los Papas, la patrística, los catecismos y las Sagradas Escrituras


1. ¿Qué son las subvenciones desde el punto de vista doctrinal?

Aunque el término “subvención” no aparece en los textos clásicos de la Iglesia, el concepto puede entenderse como:

“Una transferencia coactiva de recursos económicos desde el Estado a individuos o grupos, con fines sociales, económicos o políticos.”

Por tanto, se relaciona directamente con:

  • La redistribución de la riqueza.
  • El papel del Estado en la economía.
  • La justicia distributiva.
  • La caridad y el auxilio a los necesitados.

2. Principios doctrinales fundamentales

La Doctrina Social de la Iglesia evalúa las subvenciones en función de los siguientes principios:

PrincipioExplicación
SubsidiariedadLas ayudas deben venir del nivel más cercano posible (familia, comunidad, parroquia) y no del Estado, salvo necesidad grave.
Justicia distributivaEl reparto debe ser proporcional y ordenado al bien común, nunca arbitrario o ideológico.
Caridad cristianaNo puede ser sustituida por el asistencialismo estatal. La ayuda debe ser moralmente lícita.
Bien comúnEl Estado debe promover la virtud y el orden moral, no la dependencia ni el materialismo.

3. Los Papas y las encíclicas sociales (siglo XIX y XX)

🔹 León XIII – Rerum Novarum (1891)

  • Defiende la propiedad privada como natural.
  • Denuncia la lucha de clases promovida por el socialismo.
  • Enseña que el Estado debe auxiliar al pobre, pero sin usurpar el papel de la familia o la Iglesia.

“El remedio ha de encontrarse, no en la lucha de clases, sino en la mutua colaboración.”

“En caso de extrema necesidad, es legítimo que el Estado socorra a los necesitados. Pero su acción ha de ser subsidiaria, y no sustitución de la iniciativa privada.”

🠖 Las subvenciones pueden ser legítimas si:

  • Son excepcionales.
  • Están orientadas al bien común.
  • No anulan la iniciativa personal o familiar.

🔹 Pío XI – Quadragesimo Anno (1931)

  • Desarrollo del principio de subsidiariedad.
  • Condena que el Estado asuma funciones que pertenecen a cuerpos intermedios.

79. Pues aun siendo verdad, y la historia lo demuestra claramente, que, por el cambio operado en las condiciones sociales, muchas cosas que en otros tiempos podían realizar incluso las asociaciones pequeñas, hoy son posibles sólo a las grandes corporaciones, sigue, no obstante, en pie y firme en la filosofía social aquel gravísimo principio inamovible e inmutable: como no se puede quitar a los individuos y dar a la comunidad lo que ellos pueden realizar con su propio esfuerzo e industria, así tampoco es justo, constituyendo un grave perjuicio y perturbación del recto orden, quitar a las comunidades menores e inferiores lo que ellas pueden hacer y proporcionar y dárselo a una sociedad mayor y más elevada, ya que toda acción de la sociedad, por su propia fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social, pero no destruirlos y absorberlos.
(Quadragesimo Anno, §79)

120. Aun cuando el socialismo, como todos los errores, tiene en sí algo de verdadero (cosa que jamás han negado los Sumos Pontífices), se funda sobre una doctrina de la sociedad humana propia suya, opuesta al verdadero cristianismo. Socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista

🠖 Rechaza tanto el socialismo estatista como el liberalismo desalmado.


🔹 Pío XII – Summi Pontificatus (1939)

  • Afirmación de la ley natural como fundamento del orden social.
  • Defensa de la dignidad personal, no como número del Estado.

🔹 Pío IX – Quanta Cura y Syllabus errorum (1864)

  • Condena expresamente:
    • El socialismo.
    • El comunismo.
    • El estatismo.
    • La redistribución forzosa de la propiedad.

Error condenado: “La propiedad privada debe ser abolida, y todos los bienes pertenecer al Estado.” (Syllabus, proposición 46).


4. Condena del Comunismo y del Socialismo

Encíclica Divini Redemptoris (Pío XI, 1937)

  • Condena explícita del comunismo ateo.
  • Denuncia su ataque a la propiedad, la familia y la religión.
  • Aclara que su raíz está en la envidia y el materialismo.

23. Pero la ley natural y el Autor de la ley natural no pueden ser conculcados impunemente; el comunismo no ha podido ni podrá lograr su intento ni siquiera en el campo puramente económico. Es cierto que en Rusia ha contribuido no poco a sacudir a los hombres y a las instituciones de una larga y secular inercia y que ha logrado con el uso de toda clase de medios, frecuentemente inmorales, algunos éxitos materiales; pero no es menos cierto, tenemos de ello testimonios cualifica-dos y recentísimos, que de hecho ni siquiera en el campo económico ha logrado los fines que había prometido, sin contar, por supuesto, la esclavitud que el terrorismo ha impuesto a millones de hombres. Hay que repetirlo: también en el campo económico es necesaria una moral, un sentimiento moral de la responsabilidad, los cuales, ciertamente, no tienen cabida en un sistema cerradamente materialista como el comunismo. Para sustituir este sentimiento moral no queda otro sustitutivo que el terrorismo que presenciamos en Rusia, donde los antiguos camaradas de conjuración y de lucha se eliminan mutuamente; terrorismo que, por otra parte, no consigue contener, no ya la corrupción de la moral, pero ni siquiera la disolución del organismo social.
(Divini Redemptoris, §23)

🠖 El comunismo es esencialmente anticristiano e incompatible con la fe.


5. Catecismos

Los catecismos tradicionales enseñan:

  • El deber de trabajar (quinto mandamiento).
  • El derecho a la propiedad privada.
  • La obligación moral de la limosna, no forzada, sino como acto de virtud.

444.- ¿Qué otras injusticias se cometen contra los bienes del prójimo? Hacerle perder a uno injustamente lo que tiene, perjudicarle en sus propiedades, no trabajar conforme al deber, no pagar por malicia las deudas y salarios debidos, herir o matar animales que son del prójimo, dejar que se echen a perder las cosas encomendadas, impedir a otro la consecución de cualquiera justa ganancia, dar la mano al ladrón y recibir, esconder o comprar la cosa hurtada. — Catecismo Mayor de San Pío X, Parte III, cap. 4

🠖 Las subvenciones no pueden usurpar la caridad cristiana, ni eliminar la responsabilidad personal.


6. Sagradas Escrituras

Antiguo Testamento

  • Proverbios 6, 6–11: 6 Fíjate en la hormiga, perezoso, observa sus costumbres y aprende a ser sabio: 7 ella, que no tiene jefe ni capataz ni dueño.
  • 28 Fuérzalo a trabajar, para que no se quede ocioso, porque el ocio enseña muchas cosas malas. Eclesiástico 33.

Nuevo Testamento

  • 2 Tesalonicenses 3, 10: “El que no quiera trabajar, que no coma.”
  • 1 Timoteo 5, 8: “Si alguno no cuida de los suyos, especialmente de los de su casa, ha renegado de la fe.”

7. Visión final desde el pensamiento tradicional

Subvenciones católicasSubvenciones estatistas
Basadas en la caridad y subsidiariedadBasadas en el control y la dependencia
Dadas por cuerpos intermedios (familia, Iglesia, gremio)Dadas por el Estado central
Para cubrir necesidades reales y temporalesPara crear clientelas electorales permanentes
Favorecen la virtud y la responsabilidadFomentan la pasividad y el materialismo

CONCLUSIÓN: VISIÓN DOCTRINAL CATÓLICA TRADICIONAL

  • Las subvenciones pueden ser lícitas, siempre que:
    • Sean subsidiarias, proporcionadas y temporales.
    • No sustituyan la caridad cristiana.
    • No fomenten la ociosidad ni la dependencia.
  • El comunismo y el socialismo estatista han sido condenados formalmente por la Iglesia por violar la ley natural, destruir la familia y suplantar a Dios por el Estado.
  • Las Sagradas Escrituras, los Padres de la Iglesia, los catecismos tradicionales y los Papas coinciden en que:
    • El trabajo es un deber.
    • La propiedad es legítima.
    • El Estado no debe sustituir a la familia ni a la Iglesia.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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