Lenguaje engañoso: Eufemismos del sistema y manipulación ideológica

En el discurso público, algunas expresiones cotidianas sirven para suavizar o justificar acciones que, por su naturaleza, resultan impopulares o controversiales. En muchos casos, estas reformulaciones reducen la responsabilidad individual y distorsionan la percepción de la realidad.

1. “Redistribución”

Presentada como una cuestión justa, sugiere solidaridad general. En la práctica, implica una recolección forzosa del fruto del trabajo ajeno para financiar estructuras estatales ajenas al bien común intermediario.

2. “Solidaridad fiscal”

Traduce una obligación, sin visibilizar que implica pérdida de bienes por parte del contribuyente, no un acto espontáneo de caridad.

3. “Servicios gratuitos”

Frases como “Te lo damos gratis” ocultan un hecho clave: el Estado primero ha confiscado ese recurso vía impuestos. No hay gratuidad real donde no existe elección.

4. “Bienestar social”

Sirve como fórmula para legitimar el gasto público en asistencia con fondos ajenos, evitando la dimensión de deber y restitución que impone la justicia distributiva cristiana.


¿Por qué estos eufemismos son peligrosos?

  • Desconexión moral: Se separa al ciudadano de la realidad del acto. Por ejemplo, el que recibe un subsidio bajo el rótulo de «bienestar» no lo percibe como fruto de otros.
  • Desviación del juicio crítico: El lenguaje agradable neutraliza la evaluación ética, bloqueando la interiorización de deberes fundamentales.
  • Doble discurso político: el doble sentido modifica la verdad para hacer aceptable lo impresentable o injusto (es.wikipedia.org).

Modelo tomista: claridad, libertad y justicia

Desde Santo Tomás de Aquino, el lenguaje debe ayudar a dirigir el orden moral. Es esencial que:

  1. Se fomente un lenguaje que haga visibles los mecanismos reales, no los esconda.
  2. El ciudadano pueda ejercer virtud mediante juicio libre y consciente, sin engaños lingüísticos.
  3. Las estructuras políticas se orienten a fomentar la verdad, no su disfraz bajo nombres seductores.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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