Recordar como se hace siempre, que esta situación tan anormal en los mandatos que se imponen a los españoles surge de la aconfesionalidad del Estado.
Cuando no tienes un principio rector: Dios, las leyes de Dios, los mandamientos. Que tienen un fundamento sólido, divino. Entonces lo que ocurre, es que todo se somete al arbitrio del delincuente de turno: en este caso: Pedro Sánchez.
Si no hay nada por encima del tirano de turno, la tiranía se impone, por absurdas que sean sus imposiciones. Aunque estas imposiciones sean condenar a los buenos y liberar a los malos, para que el país sea un gran trono de pervertidos y depravados donde a uno le den ganas de vomitar de tanto mal olor que desprenden los colorines de tal o cual partido. Ya sea verde moco, rojo sangre, o azul veneno.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán