1. Isaías, Jeremías y Ezequiel (Profetas mayores)
Temas principales:
- La responsabilidad moral y religiosa del gobernante
Los profetas denuncian repetidamente la corrupción, la idolatría y la injusticia de los reyes y líderes de Israel y Judá (Is 1, Jer 22, Ez 34).
Para Santo Tomás, el príncipe debe gobernar con justicia y virtud; el pecado del gobernante corrompe todo el cuerpo político (Suma II-II, q. 58 y q. 42).
El pecado público, especialmente la idolatría, es la causa de la ruina social y política (Is 44-45). - La tiranía y la apostasía como pérdida de legitimidad
Los profetas advierten que la apostasía y el abuso de poder llevan a la pérdida del favor divino y a la caída política (Jer 21-22, Ez 21).
Santo Tomás afirma que la tiranía es un abuso grave de la autoridad y justifica la resistencia si amenaza el bien común (Suma II-II, q. 42). - El llamado a la conversión y el arrepentimiento
Dios, por medio de los profetas, invita a reyes y pueblo a la conversión para restaurar la alianza (Is 55, Jer 3, Ez 18).
La misericordia divina y la justicia son compatibles: el arrepentimiento sincero puede evitar el castigo (Suma III, q. 79). - La esperanza mesiánica y la restauración del justo gobierno
Isaías anuncia un rey justo y sabio (el Mesías, Is 9, 11) que gobernará con justicia perfecta.
Santo Tomás interpreta esto como la prefiguración del Reino de Cristo, el Rey justo por excelencia (Suma I, q. 21).
2. Profetas menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías
Temas principales:
- Denuncia de la injusticia social y corrupción política
Estos profetas critican a los gobernantes y al pueblo por la injusticia, la opresión y la idolatría (Amós 5, Miqueas 6, Malaquías 3).
Santo Tomás enseña que la justicia es esencial para la legitimidad política (Suma II-II, q. 58). - La relación entre pecado público y castigo colectivo
La falta de arrepentimiento provoca plagas, derrotas y exilios (Joel 2, Sofonías 1).
Para Santo Tomás, el pecado social afecta a toda la comunidad y es necesaria la corrección pública para la salvación común. - La necesidad de líderes virtuosos
Se critica la ausencia de verdaderos guías y jueces que guíen con justicia (Miqueas 3, Zac 11).
Santo Tomás insiste en que el bien común exige gobernantes virtuosos y obediencia al orden moral. - Promesas de restauración y juicio final
Hay un fuerte mensaje escatológico: justicia definitiva y gobierno perfecto del Mesías (Zacarías 14, Malaquías 4).
Esto apunta a la consumación del Reino de Dios, que Santo Tomás ve como el fin último de la sociedad humana (Suma I, q. 3).
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán
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