Se han de hacer ambas cosas. Paralizar el mal y promover el bien. Ninguna es excluyente de la otra. Este artículo sólo pretende ser un discernimiento que haga profundizar en las consecuencias que se derivan de cada tipo de evento. Si bien, a la hora de planificar un calendario, lo suyo es hacer eventos de construcción, y a través de esos eventos de construcción, tener en cuenta la actualidad. Los eventos de construcción a veces pueden ser también eventos de frenar el mal, incluso cíclicamente. Por ejemplo uno se puede reunir con cierta ciclicidad a ver si se hace algo o no con la agenda del mal institucionalizada.
Desde una perspectiva tradicionalista tomista, que se basa en la ley natural, el orden moral objetivo, y el bien común como fundamento de la acción política y social, la cuestión de si es más eficaz paralizar eventos contrarios (anarquistas, socialistas, liberales, abortistas) o crear eventos propios requiere una evaluación prudencial y estratégica.
🟥 1. Paralizar eventos contrarios
(Anarquistas, socialistas, liberales, movimientos proaborto…)
✔️ Ventajas aparentes
- Visibilidad inmediata del rechazo tradicionalista.
- Puede frenar actos públicos que normalizan el error moral o ideologías contrarias a la ley natural.
- Genera tensión política que puede movilizar sectores adormecidos del electorado conservador o católico.
❌ Consecuencias negativas o riesgos
- Percepción pública de intolerancia o autoritarismo → puede aislar al movimiento tradicionalista.
- Legalidad limitada: sólo se puede paralizar legalmente mediante recursos administrativos, jurídicos o presión pública masiva (difícil con pocos medios).
- Provoca mártires mediáticos en el bando contrario → refuerza su causa en prensa y redes.
- Riesgo de criminalización del tradicionalismo (acusaciones de «odio», «ultraderecha», etc.).
- Puede provocar represalias legales o censura política si no se actúa dentro del marco jurídico.
🧭 Desde Santo Tomás
La acción directa contra el error puede ser legítima si:
- Es proporcionada, justa, y respetuosa del orden social.
- No escandaliza innecesariamente a los débiles o induce al desprestigio de la verdad.
🟩 2. Hacer eventos propios
(Congresos, procesiones, foros, actos de formación, escuelas de virtud, etc.)
✔️ Ventajas
- Construye estructura cultural sólida: forma conciencias, genera comunidad, desarrolla una base duradera.
- Mayor legitimidad social: difícil de censurar, más fácil de financiar, más respetado institucionalmente.
- Atrae simpatizantes que buscan orden y sentido.
- Imita la pedagogía de la Iglesia: enseñar antes que confrontar.
❌ Riesgos o límites
- Puede tener menos impacto mediático inmediato que una confrontación.
- Requiere recursos, organización, paciencia.
- Si se aísla del debate público, puede volverse irrelevante o invisible.
- Puede ser infiltrado o manipulado si no hay control doctrinal.
🧭 Desde Santo Tomás
- El bien se propaga por sí mismo cuando se expone con claridad y ejemplo.
- Lo que es conforme a la ley natural y divina debe difundirse positivamente, no solo como reacción.
⚖️ Comparación final
Estrategia | Eficacia inmediata | Riesgo legal | Potencial a largo plazo |
---|---|---|---|
Paralizar eventos contrarios | Alta (si se logra) | Alto | Bajo o negativo |
Hacer eventos propios | Media | Bajo | Alto |
✅ Recomendación prudencial:
Formar, convocar, enseñar y vivir el orden moral e intervenir cuando se deba limitar el error.
En términos actuales:
- Ganar autoridad cultural antes que disputar la hegemonía con fuerza puede ser una estrategia prudente. No quiere decir que sea la única.
- Organizarse con claridad doctrinal y testimonio moral.
- Resistir con inteligencia.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán