1. Apostolado sincero: finalidad espiritual
Definición:
Organizar actos religiosos (rosarios, peregrinaciones, misas públicas…) con la intención principal y sincera de:
- Dar gloria a Dios
- Honrar a la Virgen o a los santos
- Favorecer la conversión de las almas
- Fortalecer la fe del pueblo
- Promover el bien espiritual común
🎯 En este caso, la persona (aunque sea político o autoridad) se pone al servicio de la fe. Es un acto de humildad, de fe y de amor al prójimo.
🔎 Moralmente lícito y meritorio, incluso para un político.
2. Instrumentalización política del culto: uso propagandístico
Definición:
Usar el acto religioso como medio para obtener ventajas políticas o reforzar una imagen pública, subordinando lo sagrado a fines humanos.
Características típicas:
- Se rechaza la participación del clero o se fuerza una liturgia artificial
Doctrina tradicional condenatoria:
- Pío XII: advierte contra los “falsos líderes que usan los actos religiosos para manipular al pueblo creyente”.
¿Dónde está la diferencia clave?
Esencialmente, en la intención del corazón y en los efectos buscados:
Criterio | Apostolado sincero | Instrumentalización política |
---|---|---|
Finalidad | Gloria de Dios y bien espiritual | Únicamente el éxito en la política, sin tener presente a Dios en la propia política. |
Relación con lo sagrado | Respeto y servicio | Uso utilitario, la religión les da igual a estos políticos, sólo la utilizan para conseguir votos. |
Protagonismo | Dios y la fe católica. | La ideología del turno, que se desvía de las cosas de Dios. |
Beneficio esperado | Conversión, edificación, construcción u organización del reinado de Cristo. | Ganar personas afines a la ideología que se desvía de Cristo. |
Conclusión moral (tomista y tradicional):
No está mal que un político participe, incluso lidere u organice actos religiosos, si su motivación es dar testimonio de fe, organizar a la gente en torno a la fe y promover el bien espiritual.
Lo que la moral católica condena es el uso interesado de lo sagrado cuando en realidad te importa un rábano para obtener ventajas humanas, lo que constituye una forma de sacrilegio indirecto (pecado de irreligión, S. Th., II-II, q. 99, a. 1).
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán