El urbanismo en España

En España, el crecimiento de las ciudades se decide principalmente a través del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) o, en ciudades más pequeñas, mediante Planes de Ordenación Municipal. Estos planes son documentos urbanísticos que dibujan cómo va a crecer la ciudad: dónde se podrán construir viviendas, calles, parques, centros comerciales o templos, y qué usos tendrá cada terreno.

La redacción de estos planes la hacen equipos técnicos de urbanismo, integrados por arquitectos, ingenieros, abogados y geógrafos. En las ciudades grandes, suelen coordinarlo el concejal de Urbanismo y técnicos municipales, o se contrata a despachos de arquitectura y urbanismo privados especializados en redactar estos documentos (por ejemplo, estudios como Ezquiaga Arquitectura, Territorio y Ciudad, IDOM, Grupo TYPSA, etc.). Cada municipio tiene su equipo de urbanismo, pero los nombres concretos cambian mucho y no son siempre públicos; suele saberse en los departamentos de urbanismo de cada Ayuntamiento.

Los arquitectos municipales supervisan el cumplimiento de estos planes y firman informes técnicos sobre las licencias urbanísticas, pero no son ellos quienes aprueban o deniegan el plan general: lo aprueba el pleno del Ayuntamiento, con el visto bueno posterior de la Comunidad Autónoma.

Muchas veces estos planes surgen por impulso de empresas privadas. Por ejemplo, promotoras de vivienda o grandes empresas presentan propuestas de desarrollo urbanístico (sectores, urbanizaciones, polígonos industriales). El Ayuntamiento estudia esas propuestas y, si las acepta, las integra o modifica en el planeamiento general. A menudo las empresas privadas redactan los denominados Planes Parciales, que concretan cómo se urbaniza cada parte del suelo.

Cuando se desarrolla un nuevo núcleo urbano, las obras de urbanización (calles, aceras, alumbrado, saneamiento, etc.) las suelen hacer empresas constructoras contratadas mediante licitación pública, sobre todo si las paga el Ayuntamiento. Si lo hace un promotor privado, este contrata directamente a constructoras (como Dragados, Ferrovial, Acciona, FCC, Sacyr, OHLA, Sorigué, Grupo San José, etc.). En las licitaciones públicas, los criterios habituales son precio, solvencia técnica, experiencia y plazos de ejecución.

Respecto a dónde hay más o menos problemas para construir templos católicos en España:

Menos problemas: zonas rurales, ciudades pequeñas, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Andalucía interior. Aquí hay bastante facilidad para edificar templos nuevos si se respetan las normas urbanísticas.

Más problemas: grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, especialmente en barrios nuevos o zonas urbanas muy densas, donde el planeamiento limita los usos dotacionales o hay grupos vecinales que se oponen por motivos ideológicos o vecinales (ruido, tráfico, rechazo cultural). En Cataluña ha habido casos de trabas administrativas o protestas vecinales ante nuevos templos católicos. También en algunas zonas del País Vasco y Navarra por tensiones políticas o sociales.

En cuanto al crecimiento urbano previsto, las ciudades de España con mayores expectativas de crecimiento en los próximos 10-30 años son:

Especialmente, Madrid y Málaga destacan como motores de crecimiento por inmigración, inversión tecnológica y turismo residencial.

Pidamos a Dios por los responsables de estas decisiones urbanísticas —arquitectos, técnicos, concejales y empresarios— para que, con sabiduría y recta intención, ordenen nuestras ciudades de forma que sirvan al bien común y acerquen las almas a Dios.

Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán

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