España ante el Desorden Moral, Jurídico y Social
Hermanos en Cristo:
En el año 1 de Nuestra Era, el Verbo se hizo carne. Desde entonces, la historia del hombre ha quedado definitivamente iluminada por la luz de la Verdad, revelada en Jesucristo y custodiada en su plenitud por la Santa Iglesia Católica. Desde San Pablo hasta San Agustín, desde Santo Tomás de Aquino hasta San Pío X, la doctrina ha sido clara: el hombre sólo se realiza en Dios, y la sociedad sólo puede prosperar cuando se ordena a la ley natural y divina.
Pero, ¿en qué punto nos encontramos hoy?
En estos días, vemos en todas las ciudades de España desfiles, actos, celebraciones y reivindicaciones bajo el nombre de “orgullo gay”. Son omnipresentes: en la televisión pública, en los colegios, en los ayuntamientos, en las leyes. Pero, ¿dónde están las manifestaciones públicas por el matrimonio natural entre un hombre y una mujer? ¿Dónde están las marchas contra el divorcio, que ha destruido millones de hogares? ¿Dónde está la defensa de la familia como célula básica de la sociedad?
Un proceso de tres siglos de alejamiento de Dios
No se trata de un fenómeno aislado. Lo que hoy vivimos es la culminación de una decadencia iniciada hace más de 300 años, con la Ilustración y el liberalismo, que fueron lentamente arrancando a Cristo de las instituciones políticas y de la vida social. Las palabras de León XIII en Libertas Praestantissimum (1888) fueron proféticas al denunciar la falsa libertad sin verdad, que lleva a la tiranía de las pasiones. San Pío X en Pascendi Dominici Gregis (1907) denunció el modernismo como «síntesis de todas las herejías».
En España, autores como Donoso Cortés, Menéndez Pelayo o Vázquez de Mella vieron con claridad que romper con la Tradición católica significaba caminar hacia el caos. Y así ha sido. Se legalizó el divorcio, luego el aborto, luego el mal llamado matrimonio homosexual, luego la autodeterminación de género. Se ha llegado incluso a criminalizar la moral católica, tachándola de «odio».
Un orden jurídico en rebelión contra Dios
La legislación actual en España es profundamente anticristiana:
- Se promueve el divorcio exprés, que destruye familias en semanas.
- Se equipara cualquier unión afectiva al matrimonio natural.
- Se adoctrina a los niños desde la escuela en ideología de género.
- Se prohíbe por ley ofrecer ayuda espiritual a personas con atracción homosexual que quieran cambiar.
- Se penaliza a quienes expresan la verdad sobre el aborto, la familia o la sexualidad.
Como bien enseña Santo Tomás en la Suma Teológica (I-II, q. 95), la ley civil debe ser reflejo de la ley natural. Pero cuando el Estado se convierte en promotor del pecado, deja de ser justo. Y cuando un país legaliza el mal, está llamando sobre sí misma el juicio de Dios.
Consecuencias visibles: inmigración desordenada y ruina económica
Este desorden moral está íntimamente ligado a males materiales que afectan a todos, incluso a los que no creen. España está envejecida y muere: el índice de natalidad está por debajo del 1,3 hijos por mujer. No hay relevo generacional. ¿Quién va a sostener las pensiones, los hospitales, las infraestructuras?
La solución del Estado ha sido la inmigración masiva, muchas veces ilegal y desordenada, que ni comparte nuestras raíces cristianas ni se integra en nuestras costumbres. Esto ha producido desarraigo, inseguridad, pérdida de identidad nacional y conflictos culturales.
No es un problema de «odio», sino de verdad: una sociedad sin familias estables, sin hijos, sin unidad moral, está condenada al colapso. No se trata de rechazar al extranjero por prejuicio, sino de recuperar primero el alma de España para que podamos ofrecer algo digno a quienes lleguen.
¿Qué hacer?
1. Si se pudiera cambiar la ley:
- Derogación de las leyes LGTBI autonómicas que imponen adoctrinamiento y censura.
- Derogación de la ley del divorcio exprés y promoción de tribunales eclesiásticos para matrimonios católicos.
- Restauración del matrimonio natural como figura jurídica reconocida.
- Prohibición del adoctrinamiento sexual en la infancia.
- Protección jurídica del derecho de los padres a educar según la fe católica.
Estas medidas no son utópicas. Son justas, racionales y urgentes. Como insinuaba Juan Pablo II en Familiaris Consortio, “el futuro de la humanidad se fragua en la familia”.
2. Si sólo se puede concienciar:
Si la vía política está cerrada, queda la batalla cultural y espiritual. Para ello se propone una campaña general y permanente por la restauración del matrimonio natural, con las siguientes características:
- Nombre claro: “Por la familia fundada en Dios”.
- Presencia continua en redes, parroquias, medios y asociaciones.
- Reparto de catecismos tradicionales (como el de San Pío X) en hogares y escuelas.
- Formación a padres y jóvenes sobre el daño del divorcio y la ideología de género.
- Promoción del testimonio público: familias que se mantuvieron unidas, matrimonios fecundos, ejemplos de castidad.
Esto puede y debe ir unido a una cadena general de actos de reparación pública: rosarios en las plazas, jornadas de ayuno por la conversión de España, y manifestaciones por la familia natural.
Conclusión: volver a Cristo o perecer
San Agustín nos advirtió: Dos amores han dado origen a dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la celestial. España fue durante siglos la Ciudad de Dios en la tierra: católica, evangelizadora, firme. Hoy es campo de batalla de la apostasía.
Pero no todo está perdido. La gracia puede restaurarlo todo si hay hombres que luchen por ella.
Reconozcamos el pecado, pidamos perdón y reconstruyamos España desde la fe, la razón y la familia.
Fuentes.
Fuentes doctrinales y teológicas
- Sagrada Escritura
- Encarnación del Verbo (Juan 1,14): “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”.
- San Pablo (s. I)
- Epístolas sobre la ley natural, la vida en Cristo, y la moral sexual (Romanos 1; 1 Corintios 6).
- San Agustín de Hipona († 430)
- De Civitate Dei (La Ciudad de Dios), Libro XIV, cap. 28: “Fecit ergo civitatem terrenam amor sui usque ad contemptum Dei…”
Traducción: “El amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios hizo la ciudad terrena…”
- De Civitate Dei (La Ciudad de Dios), Libro XIV, cap. 28: “Fecit ergo civitatem terrenam amor sui usque ad contemptum Dei…”
- Santo Tomás de Aquino († 1274)
- Suma Teológica, I-II, q. 95, a. 2: Sobre la ley civil como participación de la ley natural.
- Magisterio preconciliar:
- León XIII, Libertas Praestantissimum (1888): Crítica al liberalismo y la libertad desligada de la verdad.
- San Pío X, Pascendi Dominici Gregis (1907): Condena del modernismo como “síntesis de todas las herejías”.
- San Pío X, Catecismo Mayor: Doctrina clara sobre el matrimonio, pecado, sociedad cristiana.
- Juan Pablo II, Familiaris Consortio (1981):
- “El futuro de la humanidad se fragua en la familia”.
Autores del tradicionalismo español
- Juan Donoso Cortés († 1853)
- Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo: Sociedad corrompida por el pecado, necesidad de orden religioso.
- Marcelino Menéndez Pelayo († 1912)
- Historia de los heterodoxos españoles: Defensa de la ortodoxia católica frente a la modernidad.
- Juan Vázquez de Mella († 1928)
- Discursos políticos en defensa de la tradición, el derecho natural y la monarquía católica.
Catecismos tradicionales
- Catecismo de Trento (s. XVI)
- Catecismo Mayor de San Pío X (1905)
- Compendio del Catecismo de la Doctrina Cristiana (escolares del s. XX)
Datos de contexto y actualidad
- Natalidad en España:
Índice de fecundidad ≈ 1,2 hijos/mujer (INE, últimos años). - Divorcio exprés (Ley 15/2005)
- Leyes LGTBI autonómicas:
Ej. Ley 2/2016 (Comunidad de Madrid), Ley 11/2016 (Baleares). - Leyes sobre “crímenes de odio”:
Interpretadas a menudo contra el discurso cristiano sobre sexualidad. - Inmigración desordenada y presión sobre el sistema de pensiones:
Datos del INE, Ministerio de Inclusión y Seguridad Social.
Director proyecto Con San Pelayo.
— Luis Gonzaga Palomar Morán