MÁS CONSIDERACIONES.
Este texto tiene un tono más descriptivo e histórico, y busca denunciar errores doctrinales y estrategias de infiltración ideológica, algo que en sí no es contrario a la doctrina tomista ni al Magisterio, y que de hecho, sí fue abordado por encíclicas clásicas como Pascendi Dominici Gregis (1907, Pío X), Divini Redemptoris (1937, Pío XI), y otras.
Dicho eso, aunque el fondo doctrinal del texto puede estar bien intencionado y, en varios casos, fundado en hechos reales, hay algunas desviaciones o riesgos sutiles que conviene señalar desde una perspectiva tomista y tradicional. Vamos punto por punto:
✅ Lo que está alineado con la doctrina tomista y el Magisterio
- Denuncia del comunismo y del modernismo:
- Divini Redemptoris (Pío XI) denuncia el comunismo ateo y su infiltración en todos los niveles sociales.
- Pascendi (Pío X) denuncia el modernismo como síntesis de todas las herejías.
- Santo Tomás advierte contra errores doctrinales que corrompen la fe desde dentro (Suma Theologica, II-II, q.1-11).
- Crítica a la Teología de la Liberación y al relativismo doctrinal:
- Esto es coherente con el Magisterio de Pío XII y las advertencias sobre el peligro de reducir la religión a un proyecto social.
- Valoración de la Tradición, dogmas, y moral objetiva:
- 100% en línea con el tomismo y con documentos como el Catecismo de San Pío X o el Catecismo Romano.
⚠️ Puntos de tensión o desviación sutil respecto a la doctrina tomista y el enfoque clásico
1. Ausencia de distinción entre error doctrinal y mala intención (pecado contra la caridad)
“Fueron infiltrados para destruir desde dentro”, “son agentes ideológicos”, etc.
📌 Problema: El tomismo distingue entre:
- Herejía formal (sabiendo que se niega una verdad de fe)
- Herejía material (error por ignorancia, sin mala intención)
- Apostasía y cisma
🔹 No todo error doctrinal implica infiltración. Presuponer mala intención sin pruebas claras de pertinacia va contra la virtud de la caridad y la prudencia.
🔺 Doctrina tomista:
- II-II, q.11, a.1: “No todos los que erran en la fe son herejes.”
2. Posible generalización injusta o juicio temerario
“Muchos se volvieron sacerdotes, incluso obispos”, “son comunes en parroquias”, “fingen fidelidad”, etc.
📌 Problema: Aunque hay casos reales, no se puede hacer una afirmación universal sin caer en sospecha temeraria, lo cual va contra el 8º Mandamiento y contra lo enseñado en Suma II-II, q.60 sobre el juicio prudente.
🔹 Catecismo de San Pío X:
«El octavo mandamiento prohíbe el juicio temerario, la sospecha injusta, la calumnia y la difamación.»
3. Ausencia del papel de la gracia, la conversión y la misericordia
📌 Problema: El texto denuncia con fuerza (necesaria a veces), pero no menciona el deber de corregir con caridad, esperar la conversión, ni aplicar la misericordia prudente, tal como enseña el Evangelio y la moral tomista.
🔹 Santo Tomás:
“Se debe corregir al pecador con caridad, buscando su bien” (II-II, q.33, a.1).
🔹 Encíclicas clásicas: Aunque denuncian con claridad, también ofrecen vías de solución, conversión, y redención. El tono solo denunciador puede volverse desesperanzado o sectario, lo cual es contrario al espíritu de la Iglesia.
4. Falta de autoridad para declarar infiltración con certeza
📌 Problema: Decir que tal sacerdote, teólogo u obispo “fue infiltrado” sin una declaración de la Iglesia puede implicar usurpar funciones del juicio eclesiástico, reservado al Magisterio o al ordinario competente.
🔹 Doctrina tradicional:
- Solo la Iglesia tiene la autoridad para declarar que alguien es hereje, cismático, o excomulgado.
- El fiel puede “discernir” errores, pero no puede emitir juicios públicos sobre el estado canónico o intención subjetiva de personas concretas sin incurrir en falta.
5. Riesgo de fomentar paranoia eclesial
📌 Problema: Aunque bien intencionado, un enfoque como este puede llevar a una mentalidad de sospecha constante, contraria a la paz, confianza, y unidad que debe reinar en la Iglesia.
🔹 Santo Tomás enseña que la caridad presupone buena fe hasta que se pruebe lo contrario. (II-II, q.60, a.4).
✅ Conclusión: ¿Es el texto completamente erróneo?
No. Mucho de lo que denuncia está fundamentado históricamente y doctrinalmente. Es legítimo:
- Advertir sobre infiltraciones ideológicas.
- Denunciar errores doctrinales.
- Señalar contradicciones con el Magisterio perenne.
Pero: debe hacerse con un espíritu de equilibrio tomista, prudencia pastoral, y caridad cristiana, para no caer en:
- Juicio temerario.
- Simplificación excesiva.
- Falta de distinción teológica.
- Denuncias sin la debida autoridad eclesial.